Reflexiones

Me llegó un mail de una amiga querida que no veo desde mis tiempos de arquitecta (estudiante de). En honor a la verdad le llegó a mi padre, con quien ella tomó cursos de ciertas cosas, y él me lo re-envió. Ella escribió un libro con reflexiones…

Curioso. No que ella las tenga. Las tiene y varias y profundas. Ella me dijo miles de veces que yo lo hiciera… y yo siempre tuve alguna excusa: pc, ganas, tiempo, etc. Y helas ahí.. de la mano de ella, en su libro a 3 mil pesos titulado con nombre de refrán… quizá le compre uno.

Igual eso me dio pie para compartir aquí una de mis reflexiones, sobre la verdad.

Yo aprendí de chica, que la verdad era incuestionable y absoluta, y era lo que debía hacerse. Lo peor era la mentira. Hasta que una vez me vi en una situación complicada para mis 10 años, donde si decía la verdad me iría mal y si mentía.. bueno, sería indigna de mí. Entonces mi padre me dio una receta: me dijo, secreta la verdad es para quienes se la merecen. Si alguien no es capaz de sobrevellevar la verdad, no se la merece.

Con el tiempo aprendí que era así, pero que había que ser cauteloso. O sea, no es lo mismo decir “me metí con otra” que callarlo… La verdad ahí es que mucho antes de meterse con otra él debió hablar sobre eso. Debió preguntarse a sí mismo cosas… y tener esa reflexión antes y acordar si estaba o no permitido… llegar y decirlo después, a mi juicio, es tan malo como no decirlo. La sinceridad si bien ayuda, no redime la traición, aunque ésta se confiese…

En ese caso tengo una postura bastante intransanble. Pero hay veces que los límites me son an esquivos… tal como todo lo planteado por Kiweslowki, en particular en el decálogo…

En fin. Con todo lo anterior recordé una situación con A.

A A yo lo conocí un año después de que todo terminara con M. Pero A y M se conocían ( ni A ni yo sabíamos al principio). En fin, la cosa es que fue tema y una vez A, cuando estábamos juntos, me dijo “Secreta, todavía no cierras el tema con M, cierto”. Yo no quise engañarlo y le dije “cierto” y cambié de tema.

Otro día, cuando yo aún no encontraba pega, A me dijo: “Secreta, si yo pudiera asegurarte un futuro económico, de buen nivel, por unos 3 años al menos, tú ¿vivirías conmigo? …

Le sonreí… La verdad es que para mí nuestra relación estaba bien tal como estaba, yo me quedaba seguido en su casa, pero no mantenía mis cosas allá… Y le dijo que no, “no porque por ahora no puedo poner ni un 20, y tarde o temprano, yo sé que la plata sale a relucir”.

Entonces A agregó, “ te cambio la pregunta, ¿tendrías un hijo conmigo?”. Siento que una persona que te dice algo así, espera fervorosamente un sí, pero también merece la verdad… ¿cómo se hace para no herir?. Le dije la verdad: “no, porque yo no sé si quiero tener hijos”.

Lo que no agregué fue: “sólo quise tener hijos una vez, con M”. A no volvió a insistir con eso.

Pero a mí me queda la duda, ¿Cuando se dice la verdad, es necesario decirla entera? O ¿de qué depende?