jeudi, mars 23, 2006

Metro en pausa

Fui a almorzar con mi amigo F y hablando de esto y aquello salió a la conversa A…( a quien ambos conocemos).

Y entonces F me dice: “Secreta, A es buena onda y tal, pero no era para ti”.
Y yo respondo: “Claro, si te conté que andábamos porque yo estaba sola, pero, ¿porqué tú dices lo que dices?”.
F responde, “porque A es un jote”. Y agrega “y no creo que a ti te sirvan los jotes”.

Quedo helada. Y digo: “M también era un jote”.
F dice, “entonces te gustan los jotes. O sea, estás mal”.

Silencio.

Reviso mi switch mental y, salvo Ar, sí, es verdad, caigo redondita en los encantos de cualquier Don Juan.

Y recordé a A y a M (obvio) y a G y a otros más… y fue heavy descubrir que efectivamente soy de aquéllas mujeres que les gusta sufrir. No por decisión, por cierto, sino por efecto.

Es decir, si me gustan los Don Juan, implica que acepto estar condenada a ser abandonada y por tanto padecer el dolor de la ausencia, que ello conlleva. Y entonces, como una epifanía, veo que todo encaja… Fue too much.

O sea, debo tener algo congénito que venía con fallas. No doy pie con bola, lo hago todo mal. Con los hombres, la pega, la vida… Así que decidí que voy a detener un poco el mundo, como dice Castañeda…

Voy en el metro. Bajo a la ciudad a hacer cosas urbanas y entonces pienso que las estaciones del metro son etapas programadas de un recorrido construido con un destino definido. Y entonces siento, que quiero ser como el metro.

Un gran trazado claro con partida y llegada, con horarios de apertura y cierre… Y sin embargo me siento como un bote a vela solo y a la deriva, en una inmensa tormenta marina de corrientes interminables y olas gigantes… Y siento que luché tanto que ahora, como dijo la Mónica Magariaga, c’est fini… Yo le dejo mi destino a los designios de Poseidón… Es que me sobrepasó la situación…

Y sí, pues después de ver en su block un link a su amada, conversar con Sil sobre la emigración a España y sus infinitas trabas, las ofertas de pega, que sin razón aparente (menos decente) no fueron finalmente consumadas, el robo, la no casa…Pues siento que ya todo es demasiado y decido apretarle un rato largo “play” a la pausa…

Y por tanto guardar los zapatos para caminar de señorita y joven profesional, con los de decidir y pensar, de futuro y presente, junto con los vestidos y sandalias y otras prendas de la temporada pasada.

Se fue el verano y el sol y mi esperanza… y ya en marzo estoy tan cansada. Sólo quiero hibernar eternamente a la mala racha…

Ya no quiero más pensar en el después ni el atuendo que requiero para seguir viviendo.

Decido guardar los zapatos, que vinculan a la tierra con el alma, y andar a pata pelada.

Ahora llevaré un rato largo, mientras aún se pueda, mis pies libres a la piscina de la casa de la montaña. Pensando un poco en nada.

Y disfrutaré, acariciando a mi perro, lo que queda de este otoño veraniego.

Y luego, con el tiempo,
Con un pacito lento después de otro,
como la estaciones de un metro,
Urbano pero en pausa,
Veremos si, “por arte de magia”,
Algo pasa… y las cosas cambian.

2 commentaires:

c. a dit…

s., sé que no es divertido lo que te pasa, pero igual me reí un par de veces y qué buena la comparación con el metro, hoy también estoy cansada, es decir, desperté y pensé estoy cansada y entonces fui al Jumbo y estaba tan lleno que no me pude estacionar, me volví tarareando a Sabina y cuando abrí la puerta del auto afuera de mi casa me di cuenta de que estaba poblado de hojas.., por fin!!! ahora estoy haciendo un aperitivo de sábado de otoño, saludos y margaritas, c.

J.C. a dit…

mhmm.
Bueno, por lo menos para mí, esta parte del año que comienza, es siempre la mejor. Espero que lo sea también para ti.
J.C.