vendredi, avril 14, 2006

Semanas sin santos

Hace un par semanas atrás mi amiga del alma Ma, me escribió un mail y me dice si me interesa participar con ella y “los chicos” en la propuesta de documentales del CNTV. Le digo rauda que obvio. Me llama luego para una junta profesional. Voy. Uno de los chicos no está en Stgo. y el otro finalmente no acude, presa de un cansancio atroz. Ma y yo hablamos del tema. Le digo varias cosas que ella no había contemplado y que yo sé por mi tesis. Quedamos que tendremos una junta todos, que ella dirá, antes, lo que hablamos a los chicos.

Un par de viernes atrás, Ma me llamó por teléfono para juntarnos con “los chicos” a preparar la postulación al concurso. Le dije que estaba en Viña y quedamos de juntarnos al día siguiente, o sea, hace un par de sábados, en casa de uno de los chicos, Fel. A las 16 hrs, cerca del Metro Toesca.

A Fe yo lo había visto sólo una vez, cuando mi amiga Ma me lo presentó, pues quería que yo le revisara un piloto sobre un programa de viajes que estaban preparando, Ma, Fel y otro chico que aún no conozco.

En esa oportunidad, como hace 2 años, día de sol, fui con Ma al depa recién arrendado por Fel, para recibir a su polola francesa que vendría a visitarlo.

Recuerdo que me gustaron sus ojos claros y que fuera alto. Editaba en un pc en première (normalmente la edición de video profesional es en mac y en final cut). Pero trabajaba para canal 13 (recién). El Pc estaba en el living. En fin, vi el material y lo destrocé (soy maldita cuando se trata de analizar, ¿será por eso que no tengo pega?).

Pasó el tiempo. El piloto, en teoría casi aprobado por el canal y una productora, nunca apareció en TV y por Ma supe que lo de la francesa no anduvo bien en Chile. Fel quedó ahí solito… Y bueno, como 2 años después, lo volví a ver. Hace un par de sábados.

Ese día Ma fue por mí a la salida del metro (que me trajo recuerdos de A, pues él vivía por ahí). Dejé mis bolsos de Viña y un par de cosas más en su auto, y juntas pasamos a comprar una coca light y unas galletas… y fuimos al depa de Fel.

Estaba igual, alto, ojos claros. Su depa ya tenía más cosas y el pc no estaba, en vez de eso había un TV. Ahora tenía un súper notebook Toshiba de pantalla de 17”. En el living había una planta gigante y un colchón que hacía las veces de sofá.

Nos sentamos, comimos galletas y tomamos coca cola (yo casi nunca tomo eso). Y comenzamos a hablar… el tema era complejo, pues él juega con “grabo imágenes y luego ordeno”. Y yo al revés… (Normalmente mi método es el adecuado según los entendidos, básicamente porque ahorra recursos: dinero y tiempo).

En todo caso, el punto era que el concurso exige nada de imágenes, y toda la estructura por escrito (o sea mi método). Y eso exige ponerse de acuerdo en cosas estructurales que no es fácil identificar ni acordar. Y pues nos pusimos a dialogar… Ma llevó un libro sobre la temática decidida, tomaba notas, pero no decía nada. No sé porqué. Ella decía que nos escuchaba y pensaba.

En un momento, ellos hablan de un documental que fulanita (una amiga de Ma que Fel y yo conocemos) le había prestado a Ma. Y Ma a Fel. Fel pregunta si ya lo vimos… decimos que no. Que él sí, pero que lo veamos de nuevo (en el contexto que podía servir como uno de los antecedentes a tener presentes en la propuesta).

A mí eso no me tincaba nada, me parecía que eso había que hacerlo solos, y aprovechar la junta, pero no tuve ni tiempo de decir eso cuando el dvd estaba colocado y los 3 sentados-echados en el colchón sofá.

Ma se sentó y yo también. Y Fel se sentó a mi lado, como en un rincón, hacia la ventana. Yo tomé una libretita de notas, mis lentes y un lápiz. Y me acomodé y fui tomando notas del documental que resultó ir increccendo en cuanto al interés que me suscitaba.

A medida que pasaba el rato, a mí de daba más frío, y me empecé a acurrucar, y mis piernas rozaban las piernas de Fel. Muy poquito. Llegó un momento que me dio N frío, él quiso poner la estufa incluso (cabe decir que él estaba en manga corta y Ma con algo liviano). Dije que no, de pura considerada. Pero me saqué los zapatos y me acurruqué. Mis piernas tocaron aún más a Fel. Y bueno así. Hasta que de repente, ni me acuerdo como, su mano rozaba mi muslo… y luego definitivamente él puso la mano encima de mi pierna.

El documental terminó. Deben haber sido las 9 de la noche. Comentamos la nada y Ma dice que se agotó y que se va. Le digo que porqué y tal y dice que se agotó. Y yo digo: entonces tb me voy. Y Fel me dice: ¿Porqué?. Y yo: pues sino ¿cómo me voy después?. Y él dice: pero “¿Tienes que irte necesariamente?. Te puedes quedar si quieres.

Y yo, lady, pregunto: ¿sí, seguro?. Claro, dice él. ¿y tienes ganas de trabajar aún?, le pregunto. Claro. Dice. Y agrega: Me muero de curiosidad de saber qué anotaste en ese cuaderno. Bueno, ok, pero ¿tienes comida?, porque me va a dar hambre, respondo. . Dice. Entonces Vale, contesto. Ma me recuerda: tienes tus cosas en mi auto.

Camino con ella (Fel me espera en casa) a su auto y le pregunto porqué no se queda y ella dice que está agotada y que creo que interrumpiría. Y yo digo: ¿pero porqué dices eso?. Y ella sonríe y me dice: fuiste súper coqueta con Fel.. y ahora te vas a quedar ahí. Me dio vergüenza. Le digo: Ma, ¿en serio fui coqueta?, te juro que no me di cuenta. Lo de las piernas asumo, pero fue de entumida no más. Lo que le dije era absolutamente cierto, pero creo que no me la compró. En fin.

Vuelvo. Fel me cuenta que su despensa está media escuálida así que iremos al súper. Ok. Haremos pasta (obviamente, ¿qué otra cosa se puede esperar de un chico soltero de 29?). Y pues vamos…

Compramos cebollines, tomates, aceite de oliva, crema, pimentones de colores, champiñones, vino blanco, uva, naranjas y jugo de frutas (habían ajos). Mientras hacíamos eso, manejábamos el carro a dúo y a veces él rozaba mi mano o me tomaba de la cintura un poco, por cualquier excusa. Ya entendía yo porque Ma me dijo lo que me dijo…

Llegamos a la casa. Él empezó a preparar el ambiente para cocinar, según me dijo. La cocina era americana así que se veía el living. Él puso música y sirvió jugo (yo no bebo y él no quiso hacerlo solo). Yo puse el agua para la pasta, y piqué verduritas. No recuerdo qué hacía él pero como que nos rozábamos. El agua hirvió y puse los “niditos” de diversos sabores en la olla.

En eso estaba cuando yo, tras lavar los champiñones, le pregunto dónde hay mantequilla (para saltear las setas)… y pues no hay. Él va a ponerse los zapatos (que se había quitado), para ir a comprar mantequilla, cuando en la radio empiezan a tocar no sé qué música que me gustó y empecé a bailar. Me vio y me sonrió y parece que le gustó lo que vio pues al segundo fue a bailar conmigo…(no fue como el baile de "9 semanas y media" sino más bien la parte final de "antes del atardecer", un baile más cándido que erótico, y tal cual, en un ambiente cocina-living). Me tomó por la espalda, puso su mentón en mi hombro, y sus manos en mis caderas. Yo me dejé, claro, si eso era muy riiiiiiico.

Seguimos en eso un buen rato, y entre esto y aquello olvidamos la mantequilla y el documental y terminamos en la pieza. Todo estaba muy candente y el lugar empezó a vaporizarse.... había que sacar la pasta.

Él se paró raudo, apagó el fuego y volvió a la cama… pero segundos, en esos momentos, bastan para enfriar todo. Pregunto si coló el cuento y dice que no, pero que filo… yo digo que después cuando queramos comer va a estar malo y me levanto a colar la pasta que, curiosamente, absorbió toda el agua. Él me sigue y ve eso. Y empezamos a morirnos de la risa, que esa pasta se cree arroz. Volvemos acaramelados a la pieza y pues estamos ahí…

Como que era divertido para mí, y creo que nervioso para él. Los hombres se complican cuando pasa eso, onda que de repente toda la energía como que se va. O se pone en pausa, quien sabe. Me han tocado varias situaciones así (cuando recuerdo esos “ruidos”, recuerdo que nunca tuve ningún, pero ningún problema en esa área con M, o sea todo lo contrario…). En fin, yo estaba relajada. Y él estaba como acurrucadito en mí.
Nos pusimos a hablar de que lo destrocé la otra vez, pero que ahora me está haciendo caso (menos mal porque tengo TODA la razón) y "alturando" -claro que además está editando al tiro, mal, pero en fin- lo que tiene. También hablamos sobre el documental que vimos en la tarde...

Y entonces él dice: ¿película favorita?. Yo respondo. Él dice: ah, Kiesloswki. digo, y sonrío. (Me gustó que supiera, no muchos saben). Y luego sostenemos este diálogo:

-¿y tú? -pregunto yo.
-El lado oscuro del corazón.
- ¿Y tú sabes volar?
-Trato, dice. –Sonrío y digo -Ah, no recuerdo al director.
-Subiela.-me recuerda él.
- Claro.
-Pero – agrega- más me gustó la poesía de Benedetti.
- Me encanta Benedetti, ¿te sabes algo?.
-Algo de me debo saber.... pero no me acuerdo.
-Me gusta mucho la poesía, me sé algunos poemas. Pero ninguno bien de Benedetti, a penas chapuerro táctica y estrategia.
- ¿Qué te sabes?
-¿Quieres que te recite?
-Sí.
-Ok. ¿Conoces Margarita Debayle, de Rubén Darío?
-No, responde.

Entonces, él se acuesta sobre mi pecho y yo comienzo declarmarle el poema. Le recito al oído…
Margarita, está linda la mar,
y el viento Ileva esencia sutil de azahar
yo siento en el alma una alondra cantar
tu acento.
Margarita, te voy a contar un cuento.
Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita yun gran manto de tisú
y una gentil princesita,
tan bonita, Margarita,
tan bonita como tú.
(...)
Cuando termino, él me mira, está feliz y me besa. ¿Quieres que te diga otra?, le digo, de Béquer. Ya, contesta. Y comienzo…

Me gano otros besos y algunas caricias.

Y entonces le digo: a ver tú, ¿nada que te sepas, seguro?

Y entonces él saca una voz de tenor que el mejor Romeo de Shakespeare se querría y hace lo que ningún hombre había hecho por mí en esas situaciones: me recitó, entera, Táctica y Estrategia... y comenzó:
Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos .
Mi táctica es hablarte y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible. (...).
(Si cuando la Shakira dice la retórica es tu arma más letal, en lo que me concierne , tiene toda la razón).
Yo estaba anonadada. Le dije que era increíble, pero no alcancé a terminar y ya él recitaba otra
(que yo había leído hacía muy muy poco y que me había encantado) y comienza:
Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias
o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero al hecho
de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias.
Pero eso sí, y en esto soy irreductible,
no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar,
si no saben volar pierden el tiempo conmigo.

(Supe recientemente que este poema, donde este es sólo un fragmento, si bien es recitado en el film, no es Benedetti, sino el argentino de fin del XIX, Oliverio Girondo).

En cualquier caso, estábamos extasiados con los versos y el resto fluyó solo y divinamente… Wow.

Y bueno, cuando las cosas se calmaron le pregunto si tiene hambre. Me dice que si cocinamos ahora quedará increíble... Yo digo que ya, que puedo hacer la salsa. Y la hago. Y me queda más que deliciosa y comemos a la media noche muertos de la risa. Tras la cena nocturna, tenemos sueño.. y dormimos abrazados. Hacía tanto que no me pasaba algo así, estuvo top.

El domingo era para hacer nada. Yo sólo tenía un compromiso a las 16 hrs. Nos despertamos lánguidamente. Y luego de caricias varias me dio hambre. Él dijo que no quería nada, pero que habían huevos. Yo le dije que me haría huevos a la copa (me encantan). Abrió los ojos grandes y dijo que se tentó y dijo que quería. Hice (él siguió durmiendo) un súper desayuno con huevos a la copa, café para mí (él lo está dejando) y jugo. Volví con la merienda a la cama.

Él estaba encantado (parece que hacía mucho que una mujer no hacía eso por él, no quise preguntar ¿para qué?). Me preguntó “la receta” para los huevos a la copa. Se la dije, claro. Tras “las energías matutinas”, pues comenzó otra “sesión” que terminó con Lugar favorito y Libro favorito. Le conté uno de las pasajes que más me gustan de uno de mis libros favoritos (la parte en que Agnes se atormenta de la perdida de belleza en la ciudad y recuerda a la chica del “no me olvides” azul; en La insoportable Levedad del ser de Kundera).

Él me contó uno de los suyos, una parte de Las venas abiertas de América Latina, de Galeano. También me habló de un lugar al sur donde se quiere instalar, un lugar que se llama Lago Azul , cerca de Río Puelo, en la cordillera. Ahí ya tiene medio visto que será arriero… Su modo me empezó a encantar, y estas historias tuvieron el mismo efecto que la poesía de Benedetti y Girondo.

Ya se me hacía tarde, me duché, él se durmió. Me vestí y me arreglé y organicé mis cosas. Él me ayudó con unas cosas en la computadora. Me puse mi sombrero y le fui a dar un beso de chao. Él me dijo que me iría a dejar a la puerta. Se puso algo de ropa, me dijo qué buen sombrero, cierto, contesté con una sonrisa, le dije chao, le di un beso. Él me despidió desde el umbral con la mano mientras yo esperaba el ascensor. Lo pasé increíble. Obviamente, no nos vimos más. Fue uno de esos encuentros ricos sin después, me gustó así.

7 commentaires:

SATI a dit…

Adios sin despues. Que historia querida, que rico que tu suerte siga caminos tan variados y que de cuando en vez encuentres eso que uno no busca pero llega..... y llega cuando tiene que llegar y a la vez se va en el momento preciso. Asi como apareces en forma distinta pero en fondo comun por mis rincones y conversamos.
Besos pequeña y "...digamos por ejemplo
que una campana suena a lo lejos mansa
y purifica el diálogo y se queda
como el sol en las copas de los árboles..."

Aynna Dannan a dit…

Wow!
Me suena demasiado bueno, como para que no tenga un después...
Saludos

Juan Pablo Belair a dit…

Te envío un beso alegórico encumbrado en una idea como las del buen Platón.
Porque es una historia que me dejó lleno de nostalgia por la "idea" que tengo del amor romántico. Aunque parezca un contrasentido esa nostalgia es una ansiedad ante la potencialidad de un encuentro desconocido pero posible.
Le agradezco su cariño, un beso de su admirador JP

Unknown a dit…

Queridísima:
Gracias por tus comentarios. La peli no está mal, aunque a mí me pasó eso de que sentí que era como too much, como que el director estaba todo el rato tratando de freakearme. La crítica que enlacé en mi página está más o menos en la línea de lo que me pareció.
Si visitas mi página podrás apreciar que modifique ligeramente el template para tu comodidad de lectura (y la de todo el resto del universo). Más que el tamaño de la letra, el problema era el interlineado, creo yo. Ahora se ve mucho mejor, gracias por tu acotaciones. En todo caso, si usas Firefox, puedes apretar Ctrl+ y el tamaño de la letra se agranda hasta la grosería. Si no usas Firefox, deberías.
Ahora estoy sacando la vuelta así es que vuelvo a leerte con más tiempo.
Besos y ojalá te vaya bien.
Samanta

c. a dit…

ya te había leído y pensé ¿cómo puede dar un beso y dormir entre Benedetti y Girondo y quedarse tranquila sin el después?... y claro recién me entero que eres la princesa Zafiro y haces las cosas que los demás no pueden hacer, yo no podría... gracias por ir y pensaré en la animación, aunque creo que Heidi, siempre envidié la cama de paja en el entretecho y la ventanita redonda con vista a las montañas y el amor de Pedro, por supuesto... saludos, c.

alasdemariposa a dit…

que historia¡¡
Cada una de sus letras tenían imagen para mí.
Verme en ellas hizo feliz a mi corazón.
Me alegra que estas circunstancias de la vida sean parte de tu vida.

Unknown a dit…

Ahora sí leí
Aaaaay, que estupendamente estupenda historia. Yo a Girondo lo acabo de descubrir y estoy empezando a amarlo.
Concuerdo con c. en lo de quedarse tranquila.
A veces la vida nos sonríe.