Hoy tuve la mala idea de ver su blog, el blog de M (le llamaremos así). Y M escribió desde el alma, el alma que yo le conozco, esa que me encandiló. Habló de música, de su padre, de su trabajo, todo en sencillo y en despacito…

Me lo imaginé así, con su pelo largo y tomado y sus manos moviéndose, hablando con sus ojos brillantes y emocionados de eso que escribió… Me lo imaginé luego diciéndome eso, a mí, cerquita, despacito…

Me dieron ganas de decirle ¡qué lindo, qué lindo!!!! ¿en serio tu papá escribió eso? No sabía que estuvo exiliado en Argentina (de las cosas que uno se entera de sus ex, bloqueando). O de dejarle un coment… pero claro, me abstuve.

Él y yo ya no nos hablamos, y creo que es mejor no romper el silencio. Me costó la distancia, asumir la ausencia, su ausencia, aún me cuesta. Me cuesta no decirle, no escribirle, no llamarle, no ir a verlo. Me cuesta. Por eso escribo secretos aquí. Para no quedármelos, y no decírselos.

Ahora que estoy con mi él de ahora, A, le pondremos, por ser el primero después de M, lo recuerdo tanto, (a M)…

M era suave y A tiene reacciones violentas que cree que son graciosas… A juega a la ironía, M jugaba a la dulzura. Lo echo de menos, A me lo recuerda tanto cuando hace lo que M no haría…

Pero M está solo o con alguna de turno, nunca jamás hizo por mí lo que A y A me trata como princesa…

Me dan ganas de alejarme de A para eventualmente no hacerle daño, pero igual me gusta y lo quiero y cada día más… pero a veces cuando me pregunta qué me pasa y yo le respondo "nada" por no decirle que lo recuerdo (a M), me siento una mentirosa que no merece ese cariño tan honesto…

Y lo que pasa es que como decía María, no puedo quererle así… maldita sea ¡no puedo!!!

¿Qué se hace con el alma cuando a una le pasa todo esto?